domingo, 25 de agosto de 2013

TOC

La primera vez que la vi… Todo en mi cabeza se silenció. Todos los ticks, las imágenes constantes desaparecieron. Cuando tienes trastorno obsesivo compulsivo en realidad no tienes momentos callados. Inclusive en la cama estoy pensando:
¿Cerré las puertas? Sí
¿Me lavé las manos? Sí
¿Cerré las puertas? Sí
¿Me lavé las manos? Sí
Pero cuando la vi, la única cosa en la que pude pensar fue en la curva de la horquilla de sus labios.
O la pestaña en su mejilla–
La pestaña en su mejilla–
La pestaña en su mejilla.
Sabía que debía hablar con ella. La invité a salir seis veces en treinta segundos. Ella dijo que sí después de la tercera, pero ninguna de las veces que pregunté se sintió bien así que tenía que seguir haciéndolo.
En nuestra primera cita, pasé más tiempo organizando mi comida por colores de lo que pasé comiéndola o hablando con ella. Pero le encantó. Le encantaba que tuviera que besarla para despedirme 16 veces, o 24 si era miércoles. Le encantaba que me tomaba todo el tiempo caminar hacia casa porque había muchas grietas en la banqueta. Cuando nos mudamos juntos ella dijo que se sentía segura, como si nadie nos fuera a robar porque definitivamente había cerrado la puerta 18 veces,
Yo siempre veía su boca cuando hablaba–
Cuando hablaba–
Cuando hablaba–
Cuando hablaba–
Cuando hablaba;
Cuando me dijo que me amaba, su boca se curveaba hacia arriba en los bordes. En la noche ella se acostaba en la cama y me veía apagar todas las luces, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas.
Ella cerraba los ojos y se imaginaba que los días y las noches pasaban frente a ella.
Algunas mañanas empezaba a besarla para despedirme y ella sólo se iba porque estaba haciéndola llegar tarde al trabajo. Cuando me detenía en las grietas de la banqueta ella seguía caminando. Cuando me decía que me amaba su boca era una línea recta. Me dijo que estaba tomando mucho de su tiempo. La semana pasada empezó a dormir en casa de su madre. Me dijo que nunca debió dejarme apegarme tanto a ella; que todo esto fue un error, pero… ¡¿Cómo podría ser un error que no tenga que lavarme las manos después de tocarla?! El amor no es un error y me está matando que ella pueda salirse de esto y yo no.
No puedo–
No puedo salir y encontrar a alguien nuevo porque siempre pienso en ella. Usualmente, cuando me obsesiono con algo, veo gérmenes escabulléndose en mi piel. Me veo a mí mismo siendo atropellado por una infinita línea de coches. Y ella fue la primera cosa hermosa en la que alguna vez me he estancado. Quiero despertar todas las mañanas pensando en la manera en la que agarra el volante. Cómo mueve las manijas de la regadera como si estuviera abriendo una caja fuerte.
En cómo sopla las velas–
cómo sopla las velas–
cómo sopla las velas–
cómo sopla las velas–
cómo sopla…
Ahora sólo pienso en quién más está besándola. No puedo respirar porque él sólo la besa una vez­– ¡No le importa si es perfecto! La quiero de regreso tanto que…
Dejo la puerta sin cerrar.
Dejo las luces prendidas.

- Neil Hilborn.



le fou



Que si yo tuviera otro físico que también te gustara y la misma esencia y te conociera de nuevo, me querrías como dices que lo hacías, solo porque ya no recordarías lo que hice. Y yo ya no huiría.

Tarde.

insane

Hoy me he comido tres mandarinas, estoy harta. Estoy harta de la vida sana que no me sana.

mad

Me caías mucho mejor cuando comías tu comida.

¿qué?

Creo que te extraño pero para este punto, es cierto, ya no podría asegurartelo. Quizá es mi soledad corriendo por la habitación, desesperada por hacerse notar, por caer y que me levantes.

martes, 20 de agosto de 2013

Dos

Mayo fue uno de los peores meses que tuve que superar dentro de la primera mitad del año, estaba irreconocible por donde miraras mi cuerpo y mi alma, no quedaban rastros de mi, mi modo de autodestrucción -que por cierto es el automático en mi- estaba al máximo y yo misma me había encargado de hacer de mi un muñeco maltrecho, de esos que queman en año nuevo, quería destruirlo todo, sentía que caìa y ya quería ver el fondo y terminar de gritar que no lo merecía, para que cansada de estar tan lejos de la luz del pozo al menos comenzara a subir por ayuda o por llamar la atención - ¡levántame, levántame!. Quería algo, lo que fuese. Y llegó.
Fue "George". Llegó un Martes de universidad, hablamos lo poco que él quería , quedamos en vernos ese mismo día, robó el auto de su madre, manejo a 140 km/h como era su costumbre, fuimos a su casa, subimos todos los pisos que pudimos hasta llegar a su azotea, era de madrugada, no nos veíamos hace tanto, tanto como ahora, y nos besamos como nunca antes, sin detenernos, sin esperar, sin respirar, sin pensar, sin café, sin luces, sin piso, sin pulso, sin frío, sin miedo o con el, pero con gusto y yo... yo no sentí nada, pero aún así quería intentarlo, aunque el me manipulase y no supiera lo que quería, porque de cierta forma yo tampoco lo sabía.Tuvimos suerte de poder escapar a tiempo de sus abuelos y pude regresar a casa sin ser tachada por una puta-de-medianoche. Yo quería verle, creo que aún me quedaban rastros de mi cariño obsesivo por su indiferencia, patológico , enfermizo; aún le quedaba resentimiento, orgullo y venganza por estrenar.

Desapareció por los días siguientes aunque mencionó que me quería un par de veces, ya no me quería, yo lo sabía, creo que lo único que había en él cuando me veìa eran 'ganas' , ganas de cualquier cosa, menos de quererme. Y al fin, el fondo, al fin, autocontrol, al fin autoestima, al tercer día de excusas para no vernos decidí que la carta que había dejado entre su ropa disculpándome por lo que sea que hubiese generado sus ansias de verme jodida, era suficiente, que debía parar, que debía mandarlo a la mierda para que el universo se colara por mi ventana.

Lo decidí, tenía miedo de mi, de mis reacciones, de no resistir , de comenzar a caer nuevamente, pero estaba decidida y eso era un paso que prácticamente había descartado de mi en los últimos meses. Incluso lo había decidido en mi universidad mientras él estaba en el médico, según dijo -seguro que no- , y caminaba ahora pensando tan diferente, tan YO nuevamente en esos pasillos que me habían observado desvanecerme de a pocos, tan rápido. Caminaba sabiéndome tan reconocible que me enamoraba del fin.



uno

Debo advertirte que no soy la clase de persona que tiene la capacidad innata con la que todos ustedes, o al menos la mayoría, cuentan; no poseo ese don natural de generar sentimientos hacia lo que me conviene, entiéndase obviamente que mis relaciones sentimentales (poco duraderas) han significado más para el resto que para mi... ¡ah, no! ¡eso es lo que he querido creer!. Entiéndase también que yo sabía de manera tácita lo que significaría para mi meter mi alma al fuego, pero no me arrepiento y no lo hubiera hecho diferente y no hubiese escogido diferente si lo volviera a vivir, porque si pudiera retroceder el tiempo escogería nuevamente  al deportista de la época del colegio , por el que todas morían -y que yo sabía con cuantas más flirteaba- sólo porque comenzó a leer sobre Historia Universal para tener temas de conversación conmigo; volvería a escoger al chico del prozac, -al que los psicoanalistas no entendían por no estar a su altura- , tan inteligente, tan bello, tan suicida; volvería a escoger al 'hijo de papá' del cual aún tengo las cenizas calientes de nuestro pasado en mis manos, al niño bonito de apellido, con dinero y con problemas de alcoholismo, al que todos odiaban , menos yo, incluso ahora, como odiar a alguien que me mostró tanto de mi, a la mala, pero me permitió saberlo, ¿vale ,no?.






domingo, 18 de agosto de 2013

confianza

Te aseguro te he dejado en buenas manos, me aseguro te he dejado en buenas manos, no en las mías.

agua

Que te quede claro que todo lo que he dicho, cuando lo he dicho, ha sido verdad. Que te quede claro que todo lo que digo ahora, aunque sea lo contrario es, nuevamente, totalmente cierto.