viernes, 8 de enero de 2010

platónico-Bukowski


ella deseaba una tarde platónica y le dije, muy bien
pero qué haremos?

ella dijo, me gusta conversar.

así que la llevé al hipódromo y
conversamos.
ella llevaba una cinta india en la cabeza
y conversó sobre literatura
y yo sobre caballos

ella iba a enseñar poesía cuando regresara
al este

después de las carreras, ella mencionó
que le gustaba este lugar hispano, que la comida era muy
buena, ya dado que yo había ganado $65 en las apuestas
pensé que estaría bien.

la decoración era española
la comida mexicana y
el hombre al piano cantaba canciones norteamericanas
en inglés,
estridente.

ordenamos bebidas y cena
y ella hablaba fuerte y
agudo
para que pudiera escucharla por encima
del cantante y del piano

ella gritó: realmente deseo
enseñar! he deseado hacer algo
parecido desde que mis
hijos crecieron!

yo grité: ajá!

me comenzó a dar jaqueca

ella gritó: crees que la poesía
puede ser enseñada?

yo grité: no!

ella gritó: creo que yo sí puedo hacerlo!

yo grité: quieres otra bebida?

*
regresé a mi asiento con algo de vodka
con seven up

algún día, gritó, voy a
aislarme dentro de mí misma! voy a estar sola
y realmente voy a escribir algo!


ella continuaba gritando aunque
el hombre del piano ya se había retirado.

mientras ella hacía proclamaciones
como que giraba, una semi-danza
con repetidos movimientos de los brazos. a veces
reía frenéticamente y golpeteaba mis piernas y las pellizcaba.

los dioses no me ignorarán!
gritaba.

te llevaré hasta tu carro, le
dije, este vecindario está
lleno de violadores.

oh, te agradezco, dijo.

después de subirse al carro
y encender el motor
bajó la ventana
y me besó en la mejilla,
y se alejó.

bien, como dicen:
el sexo no lo es todo.
también está el alma.
regresé a mi lugar
y comencé a buscar la
mía.

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